Prestá atención al lenguaje no verbal
La Comunicación no solo consiste en palabras, sino también en gestos, posturas y movimientos que acompañan las frases que dice un interlocutor. Por lo tanto, es esencial prestar atención también a este aspecto.
Al dialogar con una persona, intenta escuchar lo que dice pero también decodificar lo que no expresa con palabras pero sí con su lenguaje corporal
No olvides el contacto visual
Un buen comunicador siempre mira a la persona con la que habla, y de preferencia la mira a los ojos. Puede ser algo incómodo cuando se habla con un superior o en situaciones como entrevistas de trabajo, pero siempre es lo más recomendable.
Tanto si eres el orador como el oyente, es importante que mires a tu interlocutor a los ojos. Esto permite a la otra persona sentirse más a gusto con la conversación, y tener la sensación de que realmente lo estás escuchando. Además, es una señal de respeto y confianza.
Los ojos también revelan mucha información, por lo que mantener el contacto visual también es una forma de analizar el lenguaje corporal.
No interrumpas
Interrumpir al interlocutor es quizá la mejor forma de demostrar que tus habilidades comunicativas son un verdadero desastre. Es necesario que muestres respeto y dejes a la otra persona expresar sus ideas con total libertad.
Completar las frases que inicia la otra persona tampoco es una buena actitud, aún cuando lo hagas intentando ayudar al interlocutor cuando olvida una palabra. Será mejor que lo evites.
Aprendé a escuchar
Al hablar con otra persona, el mecanismo es casi automático: mientras escuchamos también pensamos en lo que vamos a decir a continuación. Sin embargo, este método no permite realmente prestar atención a lo que intentan decirnos.
Para mejorar las habilidades comunicativas no solo tienes que aprender a hablar, sino fundamentalmente a escuchar en lugar de simplemente limitarte a oír los sonidos que emite la otra parte de la conversación.
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